Descanso en Santa María

Olá queridos leitores

Hoy hemos terminado el buceo, han sido 5 intensos días de grandes madrugones y actividad incesante, pero desde luego nos ha encantado. Al menos con esto hemos tenido ocupadas las mañanas, porque la verdad es que no entiendo qué hacen el resto de huéspedes con los que desayunamos a las 7 y media con el resto de su mañana. Esto es muy personal, pero sólo de pensar en tirarme media hora en una hamaca al lado de la piscina sin nada qué hacer me entra como somnolencia…

Ya os contamos que el centro de buceo es propiedad de un venerable ancianito francés que se llama Christian, y la verdad es que tiene mérito seguir ahí trabajando a sus 124 años, esforzándose en sacar adelante su negocio como el emprendedor incansable que es, día tras día, a pesar de los inevitables achaques de salud y el evidente deterioro mental que conlleva la edad. Envidia tendria que darme llegar a sus años… Digo todo esto para poner en contexto el follón que ha montado el abuelillo Christian al hacernos la cuenta. El se arregla (o eso queremos creer) con sus papelitos y sus sumas y restas a mano, a pesar de tener la calculadora al lado, pero la verdad es que se las hemos hecho pasar canutas. Mirad, la cuenta parecía muy sencilla: 20 inmesiones mas 5 dias de alquiler de equipo por dos personas menos la señal que le mandé por transferencia hace un par de semanas. Sólo se nos ha ocurrido pedirle un recibo por el alquiler del equipo de Elena los tres primeros días para pasárselo a la TAP a ver si cuela como parte de la reclamación por la pérdida de la maleta. La que se ha liado, amigo. Ha empezado a hacer cuentas incomprensibles en varios papelitos separados, sin hacer mucho caso cuando la calculadora le daba un resultado distinto, y farfullando en los tres o cuatro idiomas en los que se defiende:

– Bien sûr, si je fais deux reçus then I have to pay impostos diferentes para cada recibo, y 7886 escudos menos 124 euros son 12 maravedíes, que на смену они оставляют меня, y no se que hago aun travailler quand je devrais être com meus netos em Paris…

– Mire, señor Christian, no se me complique la vida. Cóbreme lo que me tenga que cobrar y deme aparte un papelito con lo que cuesta el alquiler del equipo tres dias, y listo…

– ¿Tu sabes la multa que me puede poner el gouvernement si tu me surprends à tricher? The only way of not paying taxes is cobrar debaixo da mesa y entonces 我最终进了监狱

Y los abnegados empleados caboverdianos intentando ayudar al pobre señor, todos traduciendo de un idioma a otro, y Elena y yo sudando por el calor y la tensión. Yo no se lo que me habrá cobrado al final, pero con tal de que terminara el lamentable episodio lo he pagado a gusto. Me ha recordado un poco a las cuentas que nos hacían en cierto célebre garito de Astorga cuando íbamos los 30 del cocido a tomar copas y el encargado, sin apuntar nada, nos hacía el total más o menos aproximado. Vosotros sabéis de quién hablo…

El resto del día ya ha sido dedicarnos a la siguiente fase de descanso, relax y nada de horarios. Vamos, lo que cualquier persona normal hace en vacaciones. Cervecitas en el bar de la pisci (dónde la camarera ya no pregunta qué queremos, sólo cuántas queremos), a comer otra vez dónde las hamburguesas, a echar un rato de piscina, darnos un masaje y poner a secar el equipo de buceo. Esta noche hay espectáculo folclórico en el hotel, algo llamado «Noche Caboverdiana» así que supongo que huiremos lo más lejos posible hasta que termine. Un pequeño apunte sobre las comidas.

Reseña gastronómica flojilla
No hay gran cosa que contar sobre la comida aquí, es todo bastante turístico y como para contentar a todo el mundo. Pasta y pizza en todas partes, algunos sitios dicen tener pescado fresco a la plancha y estoy deseando que me lleven a comer langosta a la brasa a un sitio con una pinta de timo para turistas que me tiene loco. Anoche, en la tabernilla, estaba el señor muy contento de vernos porque por fin había ido el repartidor y tenía botellines de Strela de sobra para darnos, así que esa parte está solucionada. Cenamos enfrente en un sitio muy curioso de noodles (fideos) asiáticos en cajas de cartón que resultaron estar mucho más ricos de lo que me esperaba. El aspecto es discutible (y el efecto que ha causado en los intestinos no es cosa de comentarlo aquí, aparte de agradecer acordarnos de traer sulfintestín…

Poco más por el momento. Mañana tenemos un par de cosas pensadas, a ver si no nos baja mucho la tensión despues del desayuno. Seguiremos informando

3 comentarios sobre “Descanso en Santa María

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    1. Los pobrea de la TAP no saben en buena se han metido perdiendo la maleta a mi hermana tres días. Lo pagarán caro!

      Genial la reseña, solo le falta selfie con Christian!!! Jajaja

      Besos!

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