Ultimo día en Seul

인사말 compañeros, 우리는 걸어?

Con mucha pena y enorme agotamiento, nos despedimos de Seul, despues de seis días de turismo. Una ciudad muy recomedable, divertidísima y realmente barata, mucho mas de lo que esperábamos. Estamos pagando en los restaurantes no mas de 35 euros por los dos y cualquier cosa que ves en las tiendas vale cuatro duros. Y mira que andamos mirando a ver si estamos haciendo el cambio bien, porque la verdad es que mosquea…

Hoy hemos ido a ver el último palacio, el que es patrimonio de la humanidad, y ciertamente es algo mas lucido que los demás. Lo malo es que hoy estaba cayendo una torradera que casi se me quema la calva. Además, lo de la entrada es un poco confuso, porque aparte del palacio enseñan «el jardín secreto» con precio aparte y visita guiada a horas fijas que no nos venían bien, así que seguirá siendo secreto por el momento… No se lo digáis a nadie eh?

Durante el día hemos tenido un par de momentos surrealistas de esos de no dar crédito. Uno ha sido ver en el palacio a cuatro tunos totalmente equipados con capa, pandereta y bandurria, hablando con acento andaluz y me imagino que completamente deshidratados por la chorrada de ir a hacer turismo vestidos de época bajo un sol de justicia. Como mis convicciones personales me impiden hablar con tunos, no tengo ni idea de qué demonios hacían aquí…

El otro momento ha sido cuando nos hemos metido en un café a tomar unos batidos. Elena lo ha pedido de mango, pero cuando le ha dado dos tragos ha resultado ser de kiwi, así que ha ido a cambiarlo. Resulta que la camarera (que aparte de borde deber ser medio lela) le había dado el de mango a una chica coreana de otra mesa. ¿Solución?, le damos el batido de kiwi empezado por Elena a la coreana (que llevaba bebido medio del suyo y se ha bebido el de kiwi alegremente) y hacemos uno nuevo porque si no iba a cantar mucho darnos uno a medias…

Para comer hemos encontrado un bonito restaurante japones por la zona dónde Elena ha pedido soba (un plato frío a base de fideos con verduras)  y yo he pedido lo que veis en la foto, que no me acuerdo cómo se llamaba y del que sólo reconocí los solomillitos, pero que estaba buenísimo. Un tercio de cerveza Asahi japonesa para acompañar, y tenemos el final perfecto para la mañana de turismo monumental…

Hoy ya noto el cansancio acumulado por los 108 Km totales andados en 6 días (y no me lo invento, lo dice la dichosa pulsera inteligente de Elena) así que despues de comer, mientras ella hacía las última compras, he caido rendido en la cama y me he apretado una siesta de dos horas que me ha dejado nuevo. Un último paseo por el mercado tradicional de Namdaemun (al lado del hotel, como todo) y a cenar en un sitio de pollo que teníamos localizado, parecido al Kentucky Fried Chicken pero con toques picantes coreanos. Lo teníamos localizado porque en la puerta había un cartel que decía «Chicken and Beer». Irresistible tentación…

Os dejamos con un ejemplo de los numerosos puestos de comida callejera de Seul, en los que no hemos comido nada a pesar de las ganas que les tenía, básicamente porque cuándo los ves en directo (y los hueles) el tema es mucho menos apetecible. La cosa marrón oscura de la izquierda son pulpos secos aplastados, que no se si son para comer o para asfaltar la calle, porque la verdad es que tienen una pinta francamente…

Mañana no habrá blog, salimos de Seul a las 7 de la tarde y llegaremos a Fiji a primera hora del dia 11 (y dónde tenemos 10 horas mas que en España), así que no creo que tenga mucho que contar del vuelo y los aeropuertos que pueda ser interesante. Espero pasarme el vuelo en estado de hibernación químicamente inducida 😉

Saludos desde el hemisferio norte de Asia, siguiente entrada desde el hemisferio sur de Oceanía…

2 comentarios sobre “Ultimo día en Seul

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  1. Ya estoy aquí leyendo a los molineros. Ayer lo pasé genial leyendo todas las aventuras en Seul de un atracón. Os mando un beso fuerte desde la redacción :(. Gemita.

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