Miami: Palm Beach y Ocean Drive

Ohhhhh, se acaba el viaje anual…. Esta es la última entrada de la temporada, a falta de la despedida que mandaremos ya desde casa, si todo va bien el martes dia 20. Es una lástima, cuando ya le habiamos cogido el aire a Miami y empezábamos a orientarnos un poco, hay que irse. Cachisss… Por lo poco que hemos visto, aquí también hay cachondeo 24×7, luego contaremos la cena en plena zona de marcha golfa. Como sabéis, en Miami no había prácticamente nada hasta que empezaron a llegar los refugiados cubanos en los 50, que no debieron notar demasiado cambio de clima y se quedaron aquí. Luego llegaron las mafias y el crimen organizado. Sin embargo, la ciudad no explotó hasta algunos años mas tarde, según una teoría que me han contado, cuando se generalizó el uso del aire acondicionado, porque sin él resulta imposible vivir encima de un pantano desecado con un clima infernal…

Vamos con las aventuras del día. Tenemos alquilado un coche por el que hemos pagado una pasta y media, y al que había que aprovechar, así que hoy nos hemos ido de excursión por la costa hacia el norte. Nos habían recomendado Fort Lauderdale y Palm Beach, y de la primera apenas hemos visto nada debido al demencial GPS que nos han puesto los de Hertz. Debieron llegar en su día a un acuerdo con Magellan para quedarse los modelos que devolvía la gente, porque no se me ocurre otra razón para semejante porquería de aparato.

Hemos parado a ver la playa de Hollywood (sí, aquí tambien hay un Hollywood) y los canales de Fort Lauderdale (llamada la «Venecia de Florida»), pero el maldito artilugio parlante nos ha metido por una especie de urbanización privada por la que daba mucho corte pasar… Esa es otra, la propiedad privada de las zonas costeras. Vienen aqui los de ecologistas en acción y flipan, riete tú de la ley de costas española. Aquí la gente se construye su mansion junto al mar y su tramo de costa pasa a ser de su propiedad. Se montan su embarcadero, meten el barquito, vallan toda la propiedad, y a vivir. Por supuesto es ilegal, pero si tienes algún problema, denúnciale a ver qué pasa. Al parecer es un comportamiento generalizado. Total, que nos hemos metido en la autopista para llegar a Palm Beach, y tras tres cuartos de hora de luchar contra el sopor por una interminable recta de 6 carriles a 80 por hora, el GPS ha acertado y nos ha llevado al mismo centro del pueblo, en la plaza del ayuntamiento, donde todo estaba cerrado y no había un alma por la calle. Cosa, por otra parte, que no es de extrañar dados los mas de 50º a la sombra que estaban cayendo…

Hemos tenido que preguntar en una gasolinera dónde estaba la gente y dónde podíamos comer. Nos han mandado al único sitio habitado del pueblo: El centro comercial. El caso es que no estaba mal, hemos comido en un restaurante precioso llamado Brewzzi que además fabrica su propia cerveza. Despues del paseo bajo el sol implacable, la lager estilo bávaro que me han traído me ha sabido a gloria. Vease la foto adjunta de las barricas dónde la destilan, junto al comedor del restaurante.

Afortunadamente no hemos perdido el viaje porque en el centro comercial había un Macy’s (una especie de Corte Inglés de aquí) en dónde Elena ha enloquecido con la ropa de niño pequeño para el sobrino que, a este paso, va a ser como la reina de Inglaterra: Jamás tendrá que repetir un modelo… Hemos visto un par de tiendas y de vuelta a Miami. Esta vez el trayecto ha sido una hora y veinte minutos seguidos, por la misma recta interminable de la ida, a los mismos 80 por hora. No entiendo como no me he dormido, de verdad. Teníamos tiempo de sobra para llegar a cenar al sitio dónde habíamos reservado con días de antelación, un restaurante cubano llamado Larios on the Beach, propiedad de Gloria Estefan (eso dicen ellos, vamos) y situado en plena zona de marcha de Miami Beach, un paseo marítmo junto a la playa llamado Ocean Drive.

A pesar de ser domingo, el ambientazo era tremendo, la calle está llena de restaurantes, bares de copas y discotecas de clientela ambigua, ya me entendéis. Muy divertido. Hemos conseguido aparcar en la calle (lo cual, ahora mismo, me parece milagroso) despues de sólo un par de vueltas. La cena no ha estado mal, y al acabar hemos dado un paseo por la calle, a dejarnos ver entre la gente guapa. Y es que nosotros, la gente bien de Miami, somos muy de dejarnos ver. Ha habido que esperar unos miutos debajo de un toldo a que parara la tromba de agua que de repente se ha puesto a caer, y hemos llegado al hotel empapados, pero sanos y salvos.

Mañana salimos a las 5, así que aun tenemos unas horas para ir a la piji-piscina del hotel antes de organizar maletas y demás. Se acabó el viaje por este año, ahora empieza el veraneo. Iremos unos días a Bayona pero ya desde allí no habrá blog, así que aquí se acaba la cosa. El año que viene definitivamente volvemos a Asia. Fráncamente, me parece mucho mas divertido, mas exótico, mas impactante y mucho mas interesante que el Caribe que es, básicamente, la playa de los americanos. Me han hablado muy bien de Corea del sur, y tirarnos unos día en Seul haciendo excursiones por los alrededores parece un buen plan. Ya lo iremos madurando..Mandaremos un último post de cierre de temporada en un par de días. Deseadnos buen vuelo, hasta la vuelta

Luis y Elena

2 comentarios sobre “Miami: Palm Beach y Ocean Drive

Agrega el tuyo

  1. Buen vuelo!! Muy emocionante esta ultima reseña y muy completa. Me cuesta creer q no cayera ningun taconazo de esos. Seguro q los gringos para salir no os marean. Quedamos a la espera de post de cierre.besos desde la aldea! B.

    Me gusta

Replica a Elena Cancelar la respuesta

Blog de WordPress.com.

Subir ↑