Bueno, pues ya estamos de vuelta en casa, tras unas breves veintitantas horas de viaje. Todo ha salido a pedir de boca, salvo la conexión en Dubai, que al retrasarse el vuelo desde Tokio nos obligó a darnos unas buenas carreras por el aeropuerto más monstruoso y peor pensado del mundo. Por lo demás ha resultado un viaje fantástico. Ya estamos pergeñando el siguiente pero, mientras tanto, se admiten sugerencias. Esperamos que lo hayáis pasado bien leyendo nuestras modestas crónicas. Hasta la próxima.
Luis-san y Elena-san
Molineros por el mundo 
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