Australia, la tierra al sur de la tierra

Último día del viaje, último post. La verdad es que nos ha quedado una escapadita curiosa, ha salido todo como la seda. Si alguien necesita asesoramiento de cómo organizar un gran viaje por cuenta propia sin agencia ni nada, que me pregunte, que se nos da bien. Vamos con la crónica del último día.

Hoy era el día de descanso que siempre hay que tener programado en todos los viajes, además de obligatorio después de bucear (hay que dejar al menos 24h antes de montarte en un avión). Como anoche caímos en coma muy prontito, esta mañana a las 7 ya estábamos en pie. No es que aquí sea demasiado temprano, amanece (en verano) como a las 5 y pico, así que a las 7 ya está todo el mundo en marcha. Un paseo a un centro comercial, una hamburguesa en un sitio bastante bueno, batida en la tienda de souvenirs de la esquina y poca cosa más. Siesta breve, masaje en un sitio tailandés de piedras calientes y otra vez a la calle, de despedida. Hemos empezado despidiéndonos de nuestra cervecería de cabecera, un sitio llamado Hemingway’s en el puerto detrás del hotel que nos ha gustado bastante.

El plan para la tarde-noche era ir dando un paseo hasta una especie de mercado nocturno asiático que recomendaban en internet como sitio de compras y que ha resultado ser una mugre de chinos tremenda. Aun así, en semejante entorno cutre, nos las hemos arreglado para encontrar unos adornos para el árbol de navidad en forma de figuritas de koala, canguro y ornitorrinco con gorritos de papá noel. Ese es el nivel. La cena ni la menciono, ha estado al nivel del bazar chino en el que estábamos. Lo mejor, o lo menos malo, un puesto de churros en la salida. Sí, de churros. Regentado por chinos. Nos hemos tomado unos helados tipo sandy (los que dan en los burger king) con un churro cada uno. Mañana informaré de las consecuencias intestinales, porque esto no puede salir gratis. Ni de broma.

Vamos con las conclusiones. Australia es un pais maravilloso, lleno de gente cercana y amable, con infinidad de cosas que ver y sitios a los que ir, y del que da pena irse con la cantidad de cosas que aun nos quedarían por hacer. Ya os conté lo de la fauna y la flora locales: Todos los animales y gran parte de las plantas sólo quieren matarte. Deberíais ver los murciélagos que salen por la noche de los árboles del parque enfrente del hotel, son del tamaño de águilas, y cuando se posan, uno espera ver como se convierten en Drácula o algo así. Quitando eso, la verdad es que nos ha encantado volver 16 años después, ya con más experiencia y kilómetros en las espaldas, aprovechas mucho mejor las cosas.

Mañana a las 11 empezamos el larguísimo viaje de vuelta (tres vuelos, cuatro aeropuertos, un total de más de 24 horas metidos en aviones), esperamos estar en casa el Sábado a mediodía, recuperando las 10 horas de diferencia por volar hacia el oeste. Si no he muerto de agotamiento para entonces, mandaremos el tradicional post de despedida ya desde casa. Abrazos a todos.

Luis y Elena

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