Descanso en Paracas

Imaynallan queridos lectores.
Ultimo post de la temporada, que ya se van acabando las vacaciones. Como os contábamos ayer, después de la locura de madrugones y excursiones de esta semana nos hemos dejado unos días de descanso en un bonito resort de playa en un sitio que se llama Paracas. Han sido días de relax total, poca actividad, buena comida y baños de sol. Cuando estábamos planificando esta parte del viaje pensábamos hacer aquí nuestra etapa anual de buceo, pero entre lo cansados que hemos llegado hasta aquí y el relativo fresquete que hace (por mucho que sea un sitio de playa y la temperatura no tenga nada que ver con Puno o Cuzco, sigue siendo invierno), se nos han quitado un poco las ganas. Tampoco parece que haya mucha infraestructura preparada para bucear, el hotel no tiene centro de buceo y algún club del pueblo cercano nos propuso venir a buscarnos y llevarnos a no se dónde. Nos ha dado pereza, la verdad. Otra vez será. El resto del tiempo que hemos pasado aquí lo hemos dedicado a leer, ver series de netflix en el iPad de Elena, tomar pisco sour y cerveza cusqueña dorada antes de cada comida, y poco mas.

Un par de actividades que merece la pena destacar: Una excursión a las Islas Ballestas que sólo dura un par de horas, te recogen a las 10 (cómodo, ¿eh?) en la recepción del hotel, te llevan a una lancha atracada en la misma playa y en media horita estás en destino. Primero te enseñan algo llamado «la figura del candelabro» que es como las famosas líneas de Nazca aunque más pequeño (sólo 180m de largo) en la ladera de una colina que da al mar. Nadie tiene ni idea de quién lo hizo ni cuándo exactamente, ni siquiera están seguros de qué puede representar. Lo han llamado «El candelabro» porque parece tener dos brazos, pero igual podía ser un demonio o un mapa del tesoro. No se sabe.

Despues, en las Islas Ballestas te enseñan los pingüinos de Humboldt (simpático pajarraco incapaz de volar, o de andar de forma un poco eficiente) y una buena cantidad de lobos marinos que andan mordiéndose unos a otros en los acantilados. Yo, lo confieso, no tengo la menor idea de la diferencia entre un lobo marino, un león marino y una foca marina. Si alguien entre el público sabe algo mas de este tema, que nos ilumine usando la bonita caja para comentarios que hay abajo del artículo, sí, esa que casi nadie usa…

Lo mejor de las Islas Ballestas, aparte de los pingüinos y las focas, es el guano. El guano es, hablando en plata, la mierda de los pájaros. Tiene muchas utilidades como fertilizante e incluso para fabricar explosivos (lo que se aprende viajando) y estas islas están hasta arriba de mierda guano. Encima de una de ellas hay una montaña de guano de 80m de alto (yo sólo podía pensar «menudo montón de mierda») que recogen cada 6 o 7 años. Sí, de esa forma en la que lo estáis imaginando: Traen una cuadrilla de trabajadores, les dan una pala y una carretilla y recogen toda la montaña de guano. Carretilla a carretilla. Si el ambiente, tal como está, ya huele bastante, no quiero ni imaginar cuando empiecen a revolverlo todo con las palas. Y yo que pensaba que tenía un trabajo de mierda…

La segunda actividad exótica ha sido esta misma mañana, teníamos que ir al pueblo cercano (El Chaco, animado paseo marítimo lleno de restaurantes de pescado, comimos allí un día bastante bien) al cajero y comprar alguna cosilla para el viaje, y hemos alquilado unas bicicletas que te dejan aquí en el hotel. Igual hacía 20 años que no montaba yo en bicicleta, oiga. No se me ha dado nada mal, porque el trayecto (unos diez minutillos) es prácticamente llano, y ese tipo de terreno le va muy bien a mi impecable estilo de rodador holandés. Además, como venía de entrenar en altura (nosotros los deportistas de élite somos muy de entrenar en altura) para favorecer la generación de gĺóbulos rojos en la sangre, cuando bajas a nivel de mar te sientes en plena forma. Un paseito agradable…

(Ni rastro del mal de altura, por cierto. A nivel de mar suele ser raro)

Mañana a las 7 nos vienen a recoger para llevarnos a la estación de autobuses de Paracas, de ahí 5 horitas de nada hasta Lima, en dónde hemos reservado para comer en un sitio de fusión peruano-japonés especializado en cosas a la parrilla con cosas picantes servidas sobre cosas desconocidas de muchos colores, y a última hora de la tarde embarcamos de vuelta a España a donde tenemos previsto llegar el día 13 a medio día. Intentaremos mandar un último post de despedida de temporada como es habitual. Deseadnos buen viaje.

Paquarin Kama

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